El humor o lo haces para denunciar o lo haces para reír.
En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.
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jueves, 1 de mayo de 2025
jueves, 15 de junio de 2023
Reflexiones sobre literatura y humor
Muchas veces, solo el humor nos permite sobrevivir al espanto.
Marguerite Yourcenar, citada por Nuda Sosa en Esas damas dadas a escribir.
domingo, 30 de enero de 2022
Reflexiones sobre literatura y humor
El humor es la manera más ácida y más incontestable de expresar lo importante.
Pablo Carbonell. Entrevista en Diario del Altoaragón (11 de abril de 2014)
lunes, 16 de enero de 2017
Reflexiones sobre literatura y humor,
"En Francia no se toma en serio a los escritores que se lo pasan bien, y, sin embargo, es curioso que la novela moderna surgiera con Rabelais y Cervantes, que hicieron novelas cómicas”
Frederic Beigbeder. Revista Nuestro tiempo.
lunes, 15 de agosto de 2016
Reflexiones sobre literatura y humor
—Su sentido del humor, ¿hasta qué punto es debido a esa adolescencia tan torturada que tuvo, a la necesidad de superarla?
—No sabría qué decirle, porque yo no entiendo el humor. Sé lo que hace reír, pero nunca he entendido por qué se produce la risa, lo que hay detrás de la risa. Hay muchos misterios en la vida. Se puede saber si uno tiene humor antes de que abra la boca; lo mismo que la inteligencia, que se nota con mirar a los ojos a una persona. Odio los chistes, a la gente que se empeña en contarme chistes. No me hacen ninguna gracia ni creo que tengan nada que ver con el humor.
sábado, 16 de mayo de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
"El humor no nos salva; no sirve prácticamente para nada. Uno puede enfrentarse a los acontecimientos de la vida con humor durante años, a veces muchos años, y en algunos casos puede mantener una actitud humorística casi hasta el final; pero la vida siempre nos rompe en corazón. Por mucho valor, sangre fría y humor que uno acumule a lo largo de su vida, siempre acaba con el corazón destrozado. Y entonces uno deja de reírse. A fin de cuentas ya sólo quedan la soledad, el frío y el silencio. A fin de cuentas, sólo queda la muerte."
"Las partículas elementales", Michel Houellebecq
sábado, 28 de febrero de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
"Y sin tomarse lo que voy a decir al pie de la letra, me atrevería a asegurar que, al menos en principio, creo haber inventado la medicina contra el fanatismo. El sentido del humor es un gran remedio. Jamás he visto en mi vida a un fanático con sentido del humor."
sábado, 21 de febrero de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
"Quienes practican el humor son auténticos anticuerpos de la sociedad, que intentan poner límites al fanatismo, a cualquier actitud intolerante"
Albert Boadella. Revista Nuestro tiempo.
sábado, 14 de febrero de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
—¿Usted cree que el humor es diferente en cada país o que todo el mundo se ríe por lo mismo?
—Creo que hay un humor inglés, un humor alemán, que es por cierto básicamente anal. Y ustedes también tienen un humor especial. Me llamó la atención que cuando, grabando un programa en televisión, me dio un infarto, lo que de verdad les horrorizaba a los españoles era que yo bromeara sobre mi situación, sobre la posibilidad de morirme. Bromear sobre la propia muerte es bueno, aunque es una idea que me horroriza. Había un humorista muy popular en Inglaterra que entre otras bromas tenía en su repertorio una que consistía en hacer magia y que siempre le saliera mal. Era muy divertido. Un día, en el escenario, se agarró el corazón, se movió dos o tres veces y cayó al suelo. La gente aplaudió hasta darse cuenta de que había muerto de verdad. Es una buena muerte. Muy poca gente consigue aplausos después de muerto.
sábado, 7 de febrero de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
"Chaplin y Keaton siguen siendo los mejores, los incomparables. Ellos conocen el secreto. Ellos saben que no hay asunto más serio que la risa, arte de mucho pero mucho trabajo, y que dar de reír a los demás es lo más hermoso que hacerse pueda mientras siga el mundo girando en el universo".
Eduardo Galeano. Memoria del fuego. El siglo del viento.
sábado, 31 de enero de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
"En Francia, y por reflejo en España, Italia y Alemania, el humor quedó excluido de la literatura seria, cosa que no había pasado antes. La literatura francesa del siglo XVIII es de humor, Voltaire, Diderot y toda esa gente, pero en el siglo XIX se vuelve muy seria, y eso contagia a los otros países. El humor se deja en manos de lo más chabacano. En Polonia, un país acostumbrado a muchas opresiones externas o internas, la literatura de humor sigue siendo una válvula de escape y la valoran mucho. Entonces aprecian a alguien a quien no le importa escribir cosas de risa."
sábado, 24 de enero de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
-¿Y escribir sin humor?
-Sí, lo realmente difícil es escribir con humor y hacer reír a la gente. La mayoría de los escritores escriben libros serios. Yo quise ser uno de ellos hasta los 41, cuando me encontré a mí mismo escribiendo Reunión tumultuosa.
sábado, 17 de enero de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
"...el humor tiene un reverso de crueldad por lo que hay ser consciente de lo que se dice y tener cuidado."
sábado, 10 de enero de 2015
Reflexiones sobre literatura y humor,
«Detesto la carcajada sonora y total: aquella que hace tanto ruido y nos hace abrir tan grande la boca que hasta se nos cierran los ojos, dejándonos ciegos y sordos, incapacitados por lo tanto para la más mínima observación y reflexión»
viernes, 26 de diciembre de 2014
Los Grope - Tom Sharpe
De vez en cuando hay lecturas que se atragantan. Unas
veces debido al libro, otras al lector. A veces confluyen las dos cosas, como en
esta ocasión. El resultado es que esta novela, más bien corta, la comencé en
mayo y la he terminado en diciembre. Casi nada.
Si no me equivoco Los Grope es la última o penúltima obra
de Sharpe (en 2009 apareció esta y La herencia de Wilt) y, desde luego, es
también la última por calidad, hasta el punto de que uno duda de los motivos de
su publicación.
El argumento es bastante pobre y deslavazado. Comienza
remontándose unos cientos de años, a la fundación de una dinastía matriarcal,
los Grope, cuyo origen está en la más fea del lugar y en un vikingo invasor que
decidió quedarse porque se mareaba en el barco, y prosigue narrando la evolución
de la saga, lo cual anticipa un argumento que luego no se cumple, porque para
contar lo que se acaba contando, el comienzo es irrelevante. La trama en sí poco
tiene que ver con las primeras docenas de páginas, y gira en torno a las aventuras y desventuras
de un matrimonio (él, aburrido empleado de banca, ella, histérica lectora de
novelas rosa) y su amado hijito, el hermano de la esposa (turbio negociante) y
la esposa de este (una Grope).
Un buen cúmulo de insensateces inconexas conducen a cada
uno por un sitio y a la Grope donde “debería”. Si lo mejor de Sharpe siempre
ha sido el enredo, en este caso no llega a existir, solo hay, a lo sumo,
confusión, y la solución dada a cada uno de los personajes es de una pobreza
notable, además de haber prescindido de esas escenas que en otras novelas
representan puntos álgidos. En resumen, comparada con otras del mismo autor Los
Grope parece un querer y no poder.
Una mala despedida, me temo.
Una mala despedida, me temo.
lunes, 28 de julio de 2014
Reflexiones sobre literatura y humor,
"Esperemos que cuando las personas mayores, las pedantes y los cursis dejen de dar la lata, Álvaro consiga la gran ilusión de todos los humoristas, que es dirigir el Boletín Oficial del Estado. Que esto suceda pronto".
Antonio Mingote. Prólogo a Se busca rey en buen estado, de Álvaro de Laiglesia.
jueves, 27 de marzo de 2014
Reflexiones sobre literatura y humor, 20
Las dedicatorias son todo un arte. En algunos casos, como en este de Fernando Marías en el prólogo de El laberinto de las aceitunas, de Eduardo Mendoza, más que una dedicatoria es un brevísimo resumen de lo que piensa del libro: basta su recuerdo para sonreír.
jueves, 22 de agosto de 2013
Reflexiones sobre literatura y humor, 18
"-¡Oh, amigo John, qué mundo tan extraño el nuestro! Un mundo bien triste, lleno de preocupaciones, de miserias, de desdichas. Y, sin embargo, cuando llega la Risa, todo baila en el aire. Los corazones atormentados, los huesos de los cementerios, y las lágrimas que queman las mejillas, todo danza al son de la música que emite la risa por la boca en la que nunca se dibuja la menor sonrisa. Créeme, amigo mío, hemos de estarle agradecidos a la Risa. Ya que nosotros, hombre y mujeres, podemos compararnos a unos cordones de los que tira alguien de uno y otro cabo; luego, se vierte el llanto y, como el efecto de la lluvia sobre los cordajes, estos se endurecen, hasta que la tensión se torna insoportable, y entonces nos abatimos. En ese momento, llega la Risa como un rayo de sol y distiende la cuerda; de este modo, podemos proseguir nuestra labor, sea cual sea".
Bram Stoker. Drácula.
jueves, 8 de agosto de 2013
Reflexiones sobre literatura y humor, 17
"Pregunta: Dice que le encanta reírse, pero en Intemperie no hay ni una gota de sentido del humor.
Respuesta: Me gustaría, pero el humor es difícil. Admiro tanto a Eduardo Mendoza, a Tom Sharpe, a Shakespeare, a Oscar Wilde… Mendoza dice que siempre ha sido un género denostado, y yo añado que además es un género complicadísimo. A lo mejor, porque hay pocos escritores capaces de asumirlo con solvencia, directamente se desprecia. Si en mis próximas novelas voy incorporando el humor, significará que voy ganando aptitudes como escritor. Quizá mi última obra sea desternillante, la que haga antes de jubilarme."
Jesús Carrasco. Entrevista en El País.
lunes, 10 de junio de 2013
Pero... ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? – Enrique Jardiel Poncela
Magnífica novela de humor, en la
que se nota que el autor se lo pasó en grande escribiéndola (entre otras cosas
porque escribió lo que le dio la gana y como le dio la gana) y en la que el lector
no se lo pasa peor. Un humor, además, que sin darnos cuenta nos hace pensar, ya
que se basa con frecuencia en la descarnada denuncia de comportamientos generalizados
aunque poco presentables en sociedad, fundados unos en la incompetencia, otros en
la estupidez, muchos en el egoísmo y el resto en el instinto. Junto a eso coqueteos
con el absurdo, exageración a raudales, comparaciones cómicas de gran fuerza, y
un constante juego con el lector, amén de la forma en que Jardiel se ríe de sí
mismo y de las críticas lanzadas a diestro y siniestro en forma de breves y
contundentes puyas.
Pero...
¿hubo alguna vez once mil vírgenes? es una novela basada en el mito de don
Juan. Pero Jardiel lo hace a su manera. Para empezar don Juan se llama don
Pedro, y ya desde la primera página es un consumado burlador. De hecho, el buen
hombre lleva una contabilidad de conquistas, junto a un archivo donde detalla
las características y táctica de seducción empleada, lo cual ofrece el
caricaturesco dato de más de 37.000 “éxitos” (os voy a ahorrar el cálculo: en
los aproximadamente 20 años de “trabajo” de don Pedro, la media sale a unas
cinco conquistas diarias. Todo un atleta, el caballero). De hecho, don Pedro es
en todo una caricatura del don Juan. Pero la novela alterna las reflexiones del
autor con la acción, y dentro de esta se narran hechos relevantes y anecdóticos
dando a todos ellos la misma importancia. También es muy graciosa la forma de
exposición, que en ocasiones tiene más de análisis que de narración, como
cuando se enumeran, por ejemplo, las razones por las que don Juan es un idiota.
Lo que
en la divertidísima Amor se escribe sin hache es punto final (la idea, poco
original, de que nada desmotiva tanto como alcanzar el éxito), en Pero... ¿hubo
alguna vez once mil vírgenes? es el punto de partida hacia un final completamente
opuesto: qué ocurre cuando la ambición no se ve satisfecha. ¿Y qué ambición puede
verse insatisfecha en don Juan? La de amar. Porque don Juan, el don Juan
clásico, no ambiciona amar, sino jugar con el amor, jugar a ser amado; de ahí
que don Pedro, presentado como su legítimo sucesor, lleve esa contabilidad.
Pero... ¿qué le ocurrirá a don Juan/don Pedro el día en que ame?
No
anticipo demasiado si digo algo evidente: que la pericia profesional
a menudo guarda una relación inversa con el interés personal en un asunto. De la misma
manera que el mejor cirujano suda tinta si quien está tripa arriba en la mesa
del quirófano es su esposa, las artes de don Juan pierden eficacia cuando en
lugar de dirigirse a una “víctima” se dirigen a una persona en verdad amada.
Para
más escarnio del pobre don Pedro/ don Juan, cuando cae víctima del amor, en quien acaba fijándose es en su alter ego femenino: Vivola, que cuenta en su haber con
bastantes más de 37.000 conquistas.
En cuanto a la estructura, los hechos alternan con las soflamas y las reflexiones, lo principal
con lo anecdótico, los dibujitos típicos de Jardiel aparecen allí donde le
parece bien... Nada parecido a lo que se está acostumbrado y, sin embargo, se
lee muy bien, porque tiene el desorden de las conversaciones, y esta novela es una larga conversación entre
autor y lector.
Llama la atención, por último, el tratamiento que durante buena
parte de la novela se da a las mujeres no solo por parte del protagonista, que
de alguna manera es lógico en un don Juan, sino también por parte del autor, lo
que he la granjeado fama de misógino. Pese a que todo gira en torno a ellas, no
salen precisamente bien paradas. Pero digamos también que la novela fue escrita
en 1930, y, por tanto, es complicado saber qué parte de la visión de las
mujeres se debe a la relación del autor con ellas, y qué parte es la parodia de
las críticas que muchos debían hacer desde la mentalidad del siglo XIX (en la
que se habían educado los adultos de 1930) ante una situación de cambio en los
roles sociales que resultaba, para muchos, incluso estrafalaria.
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