"-¡Oh, amigo John, qué mundo tan extraño el nuestro! Un mundo bien triste, lleno de preocupaciones, de miserias, de desdichas. Y, sin embargo, cuando llega la Risa, todo baila en el aire. Los corazones atormentados, los huesos de los cementerios, y las lágrimas que queman las mejillas, todo danza al son de la música que emite la risa por la boca en la que nunca se dibuja la menor sonrisa. Créeme, amigo mío, hemos de estarle agradecidos a la Risa. Ya que nosotros, hombre y mujeres, podemos compararnos a unos cordones de los que tira alguien de uno y otro cabo; luego, se vierte el llanto y, como el efecto de la lluvia sobre los cordajes, estos se endurecen, hasta que la tensión se torna insoportable, y entonces nos abatimos. En ese momento, llega la Risa como un rayo de sol y distiende la cuerda; de este modo, podemos proseguir nuestra labor, sea cual sea".
Bram Stoker. Drácula.
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