En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

lunes, 9 de mayo de 2011

La concesión del teléfono - Andrea Camilleri


 

         Vigàta, 1891. Filippo Genuardi, Pippo, un hombre de poco más de treinta años, el único propietario de un ciclomotor y una gramola en toda Sicilia, tiene otra idea extravagante: solicitar la instalación de una línea telefónica para comunicar su casa con la de su suegro, un industrial acomodado que ha financiado no pocas veces los caprichos y las desventuras económicas de su yerno, que regenta un almacén de maderas.

Para conseguir su objetivo, Pippo no duda en escribir, adular y dar la matraca a todo bicho viviente, desde el Prefecto a la dirección de Correos y Telégrafos, y en utilizar las influencias de un capo mafioso, al cual paga con cierta información que no acaba de resultar útil a su receptor.

          ¿Y qué ocurre cuando alguien anda zascandileando por todas partes? Que se pone en el punto de mira de todos, y acaba sabiendo de él de sus andanzas más gente de la que el afectado puede llegar a imaginar. Desde los Carabineros –una guarnición ansiosa por hacer méritos-, a la policía, la mafia y todos cuantos pueden ver peligrar su puesto o su suerte si Genuardi -en la confusión de informaciones sobre él- resulta ser un alborotador, porque el entorno sociopolítico juega en esta novela un importante papel aunque no sepamos de él más que como marco de la acción. En resumen: la iniciativa de Pippo Genuardi pone en movimiento una maraña de intereses, unos limpios y otros no tanto, unos defendidos con honestidad y otros con triquiñuelas, que acaban enredándose y produciendo efectos que maravillan al lector por los disparatadas consecuencias que tiene la aplicación de la lógica a la información parcial.

          Camilleri, con una maestría notable, hace avanzar la historia a través de una docena partes que alternan cartas, informes y comunicaciones escritas (siempre breves) con diálogos agilísimos y también cortos, de modo que el lector, como un diosecillo cualquiera, es llevado en volandas para que conozca toda la información relevante; es el lector, y solo él, quien sabe cómo está evolucionando la situación y cuáles son sus motores, a diferencia de los personajes, que actúan siempre sobre la base de informaciones parciales o erróneas. El lío de intereses se enreda más y más hasta llegar a un follón mayúsculo que comienza a desembocar con el brillante planteamiento del capo mafioso, el cual aboca a un final inesperado y brillante por su compleja sencillez que explica, de paso, el principio, la razón del capricho de Pippo. La concesión del teléfono es un ejemplo de cómo hay que hilvanar los enredos, y de cómo en la vida las intenciones ocultas pueden crear un mundo ficticio sustentando en un equívoco que puede acabar siendo más real que la realidad original.

          Estoy convencido de que Andrea Camilleri se divirtió de lo lindo escribiendo este libro. Se ríe de todo y de todos. Del ser humano en general, de sus mezquindades, de sus pequeñeces. La novela, una de las primeras de Camilleri (la quinta, publicada en 1998) es para mí una de las mejores (junto con la cuarta, La ópera de Vigàta, 1995), y en ella muestra ya algo que será más tarde tendencia en el autor: cómo el honesto acaba casi siempre perdiendo, porque la honestidad solo tiene una vía, la de la verdad, mientras que el deshonesto tiene siempre mil rutas para alcanzar sus objetivos.

          Para sonreír, para pasarlo bien -a pesar del regusto amargo que deja el final-, y para admirar cómo puede tejerse de modo engañosamente sencillo una trama compleja.

         8,5 euros cuesta la última edición, a cargo de Booket. 300 páginas de buena literatura. Un regalo.


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