Hay que leer El beso de la sirena. No hay excusa porque es una novela tan corta que no requiere demasiado tiempo, y tan sencilla y clara que se lee sin ningún esfuerzo. Hay que leerla porque es una novela que tiene mucho en común con la música: afecta más al espíritu del lector que a su capacidad de comprensión, de tal manera que al final no queda tanto la historia como las sensaciones que produce.
Vigáta, fin del siglo XIX. Gnazio, un pobre desgraciado, un buenazo a quien el mar infunde pánico, inicia en la infancia sus días de trabajo, esfuerzo y pobreza, para acabar emigrando a América, de donde regresa, ya cuarentón, con la intención de instalarse en su tierra, casarse, tener hijos, y al alcanzar la muerte ser enterrado bajo un olivo.
Gnazio consigue hacerse con un puñado de hectáreas en una diminuta península, sobre la que pesa una suerte de leyenda negra, y edifica su propia casa de forma que no tenga vistas al mar. Comienza a cultivar, a cosechar y, en definitiva, a vivir tranquilamente, por lo que considera llegado el momento de casarse. Su problema es que no conoce a mujer alguna en la zona, por lo que recurre como intermediaria a una vieja curandera.
La señora Pina le suministra, por fin, esposa: se trata de Maruzza, una mujer buena y bellísima con un único problema: se cree sirena. Lo cual, dice la señora Pina, no es ningún problema siempre y cuando Gnazio esté dispuesto a aceptar sus extrañas costumbres. Así es como conoce a Maruzza y a la misteriosa bisabuela de esta, Minica.
Lo que sucede a partir de ese instante, lo sabrá quien lea la historia: baste concluir que estamos ante una novela de gente buena, honesta e inocentona, que no tienen otra ambición que vivir cada uno su vida, sean humanos o sirenas. Una historia rebosante de humor y ternura, con un punto álgido de drama y emotividad, una historia entre la realidad y la fantasía.
Una lectura excelente para congraciarse con el mundo, y una demostración de cómo un autor puede hacer cosas muy distintas sin cambiar de estilo.
Pues si hay que leerla...la leeré
ResponderEliminarPues sí, hay que leerla. Además está en edición de bolsillo por poco dinero.
ResponderEliminar