En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

jueves, 1 de agosto de 2013

Teoría de todo – Paula Lapido



                 Siempre me resulta complicado comentar un libro de relatos, aunque solo sea porque siempre hay uno que me llama más la atención, y relega al resto.  También suele haber otro problema: a menudo cada relato es de su padre y de su madre. Sin embargo en este caso hay, por fortuna, unidad de estilo y cierto hilo conductor tanto en el tono como en la caterva de amables locos que protagonizan los relatos. Unos locos tan locos que no cuesta nada sumergirse en su mundo irreal como si fuera real, porque no hay nada más real que la locura. Así nos encontramos con el mundo que se forma en torno a un camión abandonado con toda naturalidad con una bomba nuclear, al superhéroe que manda al mundo a hacer puñetas porque su chica lo ha dejado y acaba convertido en un voyeur (sin duda, el relato más humorístico), al poblado al que roban todo menos su propio miedo, al niño atolondrado que no puede escuchar un sonido sin expresarlo en notas musicales (chifladura que contrasta con la dureza del final), al peculiar y sociable “Bartleby” que habita en los baños de una cafetería (tan patético como él y, por momentos, casi tan trágico), al niño-hombre-anuncio cuya vida se ha desarrollado al amparo de las “galletas Koleo” hasta el punto de no saberse quién parasita a quién, al matrimonio cuya estabilidad se basa en sueños pintorescos y en la inamovilidad de ciertas cosas y personas en realidad ajenos a ellos, a un singular hombre lobo, a una obsesión escocesa o la traca final con un estudiante amante de las setas venenosas que decide experimentar  a lo grande. 
                Ninguno de los relatos deja indiferente, están escritos con maestría, y todos derrochan imaginación e ingenio. Y tienen, también, cierta dosis de humor, que a veces es claramente intencionada y a veces surge en segundo plano, casi inadvertida, como consecuencia de la racional irracionalidad de los mundos que aparecen. La mejor prueba de lo que pienso del libro, es que me lo he leído casi de un tirón. En un solo día.


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