En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

La velocidad del amor. Match ball – Antonio Skármeta





    Un médico norteamericano asentado en Alemania, casado con una señora de buen ver y rica heredera, pasa sus días plácidamente sableando a los clientes a cambio de “consultas placebo” y jugando al tenis con su suegro. Pero un día el club de tenis ha sido cerrado para que entrene la joven promesa del tenis alemán: Shopie Mass, una quinceañera que vive por y para el tenis pero con un ojo, inevitablemente, “en la vida”. Una niña, además, que va a todas partes con su madre, una mujer bella que trata, a través de su hija, de recuperar la posición de una nobleza venida a menos.

    Raymond Papst, que así se llama el protagonista, queda inmediatamente prendado de la muchacha. Ya tenemos el cincuentón y la lolita; una lolita poco pudorosa y que, aparte de a tenis, no se sabe a qué juega, pues su vida sentimental oscila entre un joven español medio chiflado, de buena familia, que anda loco por ella y la sigue allá donde va, y el doctor Papst. ¿Está enamorada de él, se deja querer o lo utiliza? Esa es la solución que cualquier lector deberá buscar.

    Mientras tanto, entre seguir a la muchacha, dejarse manipular por ella, y tratar de quitar de en medio a su rival, el doctor Papst va tejiendo la red de su desdicha, de locura en locura, de ridículo en ridículo y de escándalo en escándalo.

    Es un libro entretenido, pero no brillante (me quedo con El cartero de Neruda o La boda del poeta), con algunos momentos donde cuesta dejarse llevar por la historia. El humor de Skármeta podemos buscarlo en dos elementos: por una parte, en los comportamientos estrafalarios que inducen las pasiones (y que vistos desde fuera más cerca están de la locura o del ridículo que de cualquier otra cosa), que son típicos en él, y, por otra, en el lenguaje del doctor Papst, narrador de la historia: un lenguaje con ínfulas de exquisito, correspondiente a un hombre de clase y cultura que, pese a la historia que narra, parece no tomarse muy en serio ni a la vida ni a sí mismo, a la vista de la ironía y la condescendencia con que juzga su propia vida. Un selecto bon vivant que narra con la misma elegancia y un pelín de cursilería la fortuna y los tortazos que le ha deparado la vida.



4 comentarios:

  1. me enkantaaa esteee libro

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  2. A mí me gusta el autor, aunque me da que tiene altos y bajos.

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  3. Me encantó el libro! me lo prestaron en la biblioteca, y me dejó un poco controversiada, por la actitud de la adolescente, pero más por el pobre doctor Papst.

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  4. Lo bueno de los adolescentes, literariamente hablando, es que son tan imprevisibles que con ellos cualquier cosa es posible. ;-)

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