En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

viernes, 13 de noviembre de 2020

Un amor – Sara Mesa



 

                Una novela tan buena como agobiante, en la que todo sucede en la mente de la protagonista, hasta el punto de que la narradora nos cuenta la realidad a través de los ojos del personaje, siempre con un lenguaje certero, rico y claro.

                Nat, una joven traductora, llega a un diminuto y ficticio pueblo como consecuencia (al menos en apariencia) de lo que claramente parece una derrota personal: o ha abandonado su anterior mundo, o su anterior mundo la ha abandonado a ella; con pinta de no tener un céntimo, acaba de inquilina en una vivienda horrorosa a la que solo ha encontrado un atractivo: no ha encontrado otra más barata. Su inmediato interés en tener un perro proclama su soledad, pero el chucho que le regala el casero se parece demasiado a la propia Nat: un perro esquivo, al que nadie sabe muy bien qué le ha pasado ni cómo tratar, y con problemas para relacionarse con los demás.

                Y en ese nuevo entorno, Nat se encuentra… con el entorno. En él unas cosas son más o menos hostiles (como el casero, un hombre avaro, prepotente e irrespetuoso), otras son amigables y otras van a su aire. Sin embargo, desde la perspectiva de Nat todas tienen algo en común: no hay manera de que alguien diga o calle algo, o haga u omita, sin que ella lo interprete de la peor forma posible. De ahí al agobio, el viaje es instantáneo. Nat es insegura, espera que sean los demás quienes la juzguen y no deja de ver juicios en todos los actos y omisiones de quienes la rodean; sin embargo, como es lógico, ellos están a otra cosa: a vivir su propia vida.

                Y, sin embargo, pese a la constante imagen de «pobrecilla», la situación de Nat tiene mucho de elección propia.

                Sobre la historia planea una duda: ¿hasta qué punto el modo de ser de la protagonista es particular del personaje y hasta cuál es fruto de los roles entre sexos? La pregunta es legítima, pues la mayoría de los secundarios son hombres y cada uno tiene un papel distinto, aunque, en conjunto, cubren un amplio abanico de conductas poco edificantes: el hombre abusón, el protector (y, por tanto, juez) y el simplemente egoísta. La interpretación que se dé sitúa la novela en planos muy distintos.

                Pero, sea cual sea la carga de denuncia que pueda atribuirse a la novela, Un amor es la historia de «autoenvenenamiento», porque según pasan las páginas es más evidente el deterioro de los pensamientos de Nat y hasta qué punto son ellos los causantes de su desazón. A fin de cuentas, nadie puede pensar por ti, y, al final, solo queda darse un buen tortazo, pues es así como a menudo se reacciona. Si es el caso de Nat, lo sabrá quien lea esta muy interesante novela.

                Una novela que pretende hacer Literatura, con mayúscula, y que en gran medida lo consigue. Una novela que cuenta mucho en pocas páginas, y que apunta alto. Es la primera obra que leo de Sara Mesa, que evidentemente es una gran escritora. No será la última.   



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