En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

jueves, 6 de febrero de 2020

Agostino – Alberto Moravia




              Agostino, un chaval de doce o trece años que ni siquiera se ha preguntado si los niños vienen o no de París, está veraneando con su madre, viuda joven, atractiva y adinerada, en un lugar de playa.

              La confortable soledad entre madre e hijo se ve interrumpida por la aparición de un joven con el que la madre comienza a irse a diario a navegar en patín. El niño, que los acompaña en alguna de esas excursiones, percibe, sin llegar a asimilar, que su madre, además de madre, es mujer. No ayuda poco a confundir sus sentimientos su ignorancia mayúscula sobre la sexualidad.

              La nueva visión de su madre le resulta desagradable entre otras cosas porque no llega a desplazar a la antigua, aunque él está convencido de que antes o después lo hará. Y en la huida de esas situaciones y sensaciones que tanto lo desasosiegan termina marchándose con un grupo de chavales, alguno más mayor, que se burlan de él sin piedad y que, además, saben bastante más que él. Igual que no dudan en hablarle de la admiración y deseo que les provoca su madre, también se pitorrean de Agostino a costa de los amores de su madre con el joven del patín. Los chavales, además, tienen su centro de reunión en torno a un viejo pescador –siempre atento a llevarse al catre a algún chaval- al que desprecian por su homosexualidad, sin por ello dejar de aprovecharse de él aunque, en realidad, es él quien les deja hacer sabedor de que su objetivo es el que es.

              Agostino aprende a tortas. Unas reales y otras figuradas. Pero la ingenuidad no suele desaparecer de un único sopapo; siempre queda suficiente para, cuando uno se envalentona, llevarse uno nuevo que, a esas alturas, resulta también humillante.

              Un libro breve (sin que por eso se lea rápido), magnífico como casi todos los de Moravia, escrito con la precisión, concisión y profundidad que caracterizan su estilo. Cada libro de Moravia es una lección magistral de literatura, un ejemplo de cuánto se puede decir sin hablar demasiado y partiendo, casi siempre, de las emociones básicas del ser humano. Moravia nunca retuerce nada: simplemente explora con su tremenda capacidad de profundizar y de exponer de modo sencillo lo complicado.


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