En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

jueves, 9 de noviembre de 2017

Entre culebras y extraños – Celso Castro



                
                Entre culebras y extraños combina la calidad con el interés y la brevedad. Contada en forma de monólogo algo amargo a través del que el adolescente y anónimo narrador se dirige al lector, conocemos a un chaval con ínfulas que ha leído y trata de tú a tú a grandes filósofos –sobre todo a Schopenhauer- pero que, en realidad, está perdido en la vida y refugiado en lo más hondo de su propio yo, parapetado tras la enfermedad unas veces real y otras no tanto, para digerir su propia vida y también la muerte de su padre. Su único contacto con el mundo exterior es su hermana mayor y, sobre todo, una novia, Sofía, única persona en la que confía y a la que ama –bien que sea un cascarrabias- y respecto a la que tendrá que enfrentarse a un dilema que ni él ni el lector esperan, y que a media obra da a la historia un giro psicológico enorme.

          El padre muerto al que poco se menciona pero cuya falta se hace notar, la madre, la hermana, la novia y, sobre todo, cómo los ve a todos un adolescente dependiente de presencias y ausencias conforman la novela. Precisamente que su protagonista esté abriéndose al mundo, permite que el autor ofrecer una panorámica breve pero intensa de esos miedos y sentimientos que nacen en la infancia y nos acompañan siempre tras pasar, mejor o peor, por ese cedazo que es la adolescencia y que antecede a la madurez. Es ese siempre el que hace de Entre culebras y extraños un libro para adultos en el que tratar de reconocerse en las inseguridades y absurdas seguridades del adolescente que cada uno fue.

                      A pesar de la particular utilización (o falta de ella) de ciertas normas ortográficas, se lee sin dificultad, con agrado y atención, porque logra captarla siempre. La calidad se ve en todas partes: en el lenguaje, en la proporción, en el ritmo y, sobre todo, en la forma en que se tratan temas profundos y complejos, como lo es la relación del protagonista con su propia vida, con la muerte y con lo que sabrá quien lea esta magnífica novela que tiene un poco de muchas otras clásicas.




2 comentarios:

  1. Te agradezco la reseña. Has extraído lo esencial sin desvelar nada, lo claro de lo oscuro. Tus palabras son para mí un buen lazarillo. Y además, parece que coincidimos en los lugares en los que merece la pena hospedarse.

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  2. ¡Gracias! Cierto: he intentado no desvelar nada, porque créeme que sí hay algo que desvelar y que es esencial para la total comprensión de la novela, pero, a diferencia de otras en las que sí se pueden desvelar cosas porque lo importante es el cómo, aquí el qué condiciona de tal manera el cómo que es preciso callárselo ;-)

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