Al misterio de la cripta embrujada siguió El laberinto de las aceitunas; luego vino La aventura del tocador de señoras, a mi juicio la mejor de las tres con diferencia, y Eduardo Mendoza trae ahora al mundo El enredo de la bolsa y la vida.
A cuenta del estreno, estos días se anda hablando de literatura de humor, y una de las preguntas recurrentes a Mendoza es cómo anda él en un género "menor". Siempre me ha sorprendido esa calificación, aunque solo sea porque el Quijote, antes que cualquier otra cosa, es un libro de humor. Lo cierto es que con autores y libros como los señalados (a expensas de leer El enredo de la bolsa y la vida), el humor es cualquier cosa menos algo "menor". Y poco me importa para opinar así que Mendoza confiese que le es más fácil escribir humor que otra cosa, porque todo lo que se hace con humor parece más sencillo. Hasta escribir.
Eso es lo que pienso, aunque quizá opine así por sentirme identificado con el "género" en que Mendoza clasifica su novela: entre la picaresca y el esperpento. Aunque, en mi caso, salvando las distancias, prefiera añadir al plato cierta dosis de absurdo.
De cualquier forma, la publicación de esta nueva novela es una excelente noticia.
La aventura del tocador de señoras hasta la he releído y no suelo hacerlo, salvo que sea un libro que leyera hace mil años. Totalmente de acuerdo con que es la mejor de las tres y con tus apreciaciones sobre la literatura de humor. Salu2.
ResponderEliminarEstá muy trabajada (aunque Mendoza la calificara de "divertimento"). En cambio "las aceitunas", siendo divertido, me pareció más "hecho por hacer". No sé si me explico.
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