¿Imaginan
ustedes un libro cuya lectura causara la muerte? La idea fue de Unamuno, y
Enrique Vila-Matas trató de desarrollarla, aunque, como los lectores procuramos
sobrevivir a lo que leemos, debió circunscribir las muertes a lo acontecido en
las páginas. Páginas que me han permitido conocer a a su autor, de
quien, mea culpa, no había leído nada hasta ahora.
Publicada
en 1977, cuando Vila-Matas tenía 29 años, muestra un dominio de la situación
apabullante y la inteligencia despierta y retorcida se nota a cada línea. Por
fortuna para los despistados la novela es corta, porque de otro modo seguirla resultaría
complicado debido a sus idas y venidas, que hacen que, por ejemplo, un
personaje del presente rememore un momento en el que tuvo un sueño donde tras
ocurrir esto y lo otro soñó que soñaba no sé qué otra cosa… Y luego despierta
del sueño que soñaba, del otro, se acaba el recuerdo y el lector se queda con la sensación de acabar de bajar de una montaña rusa.
Enrique Vila-Matas Barcelona. 1948 |
Un acierto, también dar a la novela el mismo título que a la «novela de la que trata la novela», para aumentar así la tensión y confusión del lector.
En
resumen: un lío considerable que se sigue bien si se lee con atención y que
provoca lo que es de suponer que el autor pretendía: un clima de misterio y
asfixia donde el lector siempre duda de dónde se encuentra y a cada momento se
siente muerto, si no de lectura, sí de curiosidad e inquietud.
Tras varias ediciones en diversas editoriales, la novela puede comprarse ahora dentro del volumen En un lugar solitario, que recoge los primeros escritos del autor.
que yo sepa, la lectura ha sido una de las principales causas de las matanzas entre hombres, yo diria de antes del Viejo Testamento.
ResponderEliminarTe recomiendo "Diario Alucinante d eun currante".Me gustaria que me dieras tu e mail y te mando una copia de esta cronica bastante delirante del actual entorno laborAL HECHA A RETALES DE ANÉCDOTAS.Saludos
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