En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

lunes, 22 de mayo de 2023

Solo humo – Juan José Millás

 



Juan José Millás tiene admiradores y detractores, y unos y otros lo son por lo mismo: porque en pocos autores como él se cumple el dicho de que se pasan la vida escribiendo el mismo libro. En consecuencia, si te gusta, como es mi caso, estás encantado; y si no, no puedes con él.

¿Qué es lo recurrente en Millás? Los personajes que andan buscándose a sí mismos incluso en los utensilios más corrientes, siempre perdidos y siempre topándose con sus propios miedos y anhelos a la vuelta de casi todas las esquinas; y el andar con un pie en la realidad y otro en la irrealidad, cuando no son los pies los que están en un sitio y la cabeza en otro.

Solo humo lo protagoniza un chico de dieciocho años que apenas ha conocido a su padre, con el que tiene cuentas pendientes porque lo abandonó a él y a su madre, pero del que hereda un pisito en Madrid.

¿Qué hay en el piso? Aparte de una vecina, cercana a los cuarenta, muy pimpante, y un amago de novela de su padre, hay un montón de libros entre los que se encuentran los cuentos de los hermanos Grimm. El protagonista nunca ha leído, pero estos cuentos lo subyugan de tal manera que se disocia entre su yo real y el que anda metido en cada cuento, donde, además, se proyecta su subconsciente. O su consciente. O vaya usted a saber qué, porque estamos hablando de Millás.

Así que el chaval viaja de este mundo al otro y del otro al uno, teniendo además el aliciente de que en ese otro mundo de vez en cuando se topa con un fantasma como él: su padre. El reencuentro del lector con varios cuentos famosos, y el sorprendente encuentro con su versión original, también animan la lectura.

La figura del padre está presente de modo constante, aunque el lector no acaba de saber bien para qué lo busca el protagonista: ¿Para conocerlo? ¿Para entenderlo? ¿Para congraciarse con él? Quien lea la novela no lo sabrá hasta el final, y le sorprenderá. Lo importante es que a ese fin a un tiempo claro y difuso se dirige la vida del protagonista creando paralelismos nunca sabemos si orientados por el destino o por el subconsciente. Lo único cierto, como podrá comprobar el lector, es que la mejor manera de vencer a los fantasmas es hacerles frente, para lo que hay que salir en su búsqueda.

El desenlace, que no voy a contar, permite a los lectores menos perezosos hacer un análisis de las razones del protagonista que sin duda condicionará la interpretación de la novela, enriqueciéndola. Quien no se moleste en hacerlo simplemente habrá pasado un buen rato de lectura con un escritor con un enorme dominio del lenguaje y la escena.

Me parece prodigiosa la capacidad de Millás para sumergir al lector en sus mundos con apenas unas pocas líneas. Los capítulos son muy breves. Las ideas y la exposición de las cosas son diáfanas y concisas. Máxima información con las mínimas palabras, sin perder la capacidad para ambientar.

Un lujo, Juan José Millás.


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