En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

jueves, 13 de abril de 2023

Bestias – Joyce Carol Oates

 


Joyce Carol Oates (1938) compite en la división de los candidatos al Premio Nobel de Literatura.

Bestias es la segunda obra suya que leo, arrastrado por la calidad e interés de Violación, que leí el año pasado, también fenomenalmente editada por Contraseña.

Ambas obras tienen puntos en común: en su estructura, porque son narraciones breves con capítulos también cortos; en la forma, porque el modo de escribir es similar: claro, un tanto cortante, siempre directo a las ideas significativas, sin apenas paja pero logrando una rápida y vívida ambientación; y en el fondo: en las dos obras la interacción entre jóvenes y adultos crea un conflicto de orden moral (y legal, aunque esto sea lo de menos para la autora) que provoca un «ajuste» de similar naturaleza y de sentido inverso planteando el dilema de hasta qué punto es comprensible y justificable que la impunidad origine ajustes de cuentas censurables.

Bestias narra, en primera persona, la existencia de Gillian, que en 1975 es una estudiante en una pequeña universidad del noreste de los Estados Unidos. Allí vive en una residencia donde todas las inquilinas se conocen y alternan los sustos por diferentes alarmas de incendios en la zona con los estudios y la pasión por el profesor que dirige un selecto taller de poesía en el que las anima a desinhibirse para que cada una encuentre su propia voz. El buen señor está casado con una artista atractiva, de cierta fama e ideas más que claras, que se dedica a tallar una especie de tótems fecundantes de aspecto sexualmente turbador.

Sobre este matrimonio flota algo entre la leyenda y el comadreo: a veces admiten en su casa y en su vida a alguna estudiante. Imaginen ustedes para qué. Algo más completa la habladuría y el misterio: el silencio. Nadie que tenga o haya tenido algo que ver con el matrimonio lo ha reconocido. Por lo tanto, ¿alguien ha tenido algo que ver realmente con ellos o no?

Gillian, enamorada del profesor, va dando tumbos  a su alrededor, consciente de que ser correspondida es un sueño irrealizable. Sin embargo, como la sinopsis advierte, consigue entablar con el matrimonio una relación entre obsesiva e insana. Dos cosas se plantean entonces: la legitimidad de una relación desigual que conduce a la dependencia emocional y al progresivo deterioro de una de las partes, y cierto hecho que no voy a desvelar y que sabrá quien lea el libro. Cualquiera de las dos cosas, o las dos, están en el origen de la expeditiva decisión que pone fin a la historia.

Es un libro más que bueno al que, si algún «pero» he de poner, es que quizá le falte fuerza en la narración del deterioro mental de la protagonista, aunque de ser intencionada quizá sea para dejar una duda en la cabeza del lector: ¿De qué ha hablado el libro? ¿De justicia o de despecho? ¿O es el despecho una forma de justicia?


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