En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

jueves, 29 de junio de 2017

Mi verdadera historia – Juan José Millás



                El sentimiento de culpa ha inspirado muchas novelas, pero pocas con la intensidad, a menudo desagradable, incrustada en estas breves páginas que se leen de un tirón.

                El niño protagonista, al cruzar un puente sobre una autovía lanza una canica y provoca un accidente. No es un hecho extraño, hace unos años hubo varios accidentes por hechos similares, pero sí lo bastante atípico y brusco como para que sintamos la brutalidad de saltar, en un instante, de la normalidad absoluta a la anormalidad de por vida.

            No he descubierto nada contando el desencadenante de la historia, porque lo anuncia la sinopsis y ocurre en la primera página. El resto es la narración no tanto de cómo se convive con la culpa sino de cómo se la sortea y de cómo, dada su inevitable compañía, hasta se acaba forzando y deformando la realidad –previo retorcimiento psicológico- en busca de una especie de redención; sin embargo, solo se consigue transformar la vida en una especie de sueño o, mejor dicho, en una obsesión, pues si algo provoca la culpa intensa es la ebullición del «yo interior».

                Pero que más me ha interesado ha sido la relación del protagonista con sus padres y la forma en que estos reaccionan no se sabe si para proteger al hijo o para protegerse ellos, o para protegerse todos; el modo en que las cosas se saben sin ser dichas y cómo hay acuerdos tácitos de silencio que quizá pretenden proteger pero que, a la larga, acaban pudriendo todo.

          El estilo de Millás, introspectivo y pródigo de comportamientos e ideas extravagantes pero significativas, se detecta en cada página de esta pequeña novela. Una lectura interesante, de la que se puede aprender o al menos reflexionar, aunque tan dura y mezquina que produce sentimientos desagradables.


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