En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

jueves, 26 de enero de 2023

Bouvard y Pécuchet – Gustave Flaubert

 



Bouvard y Pécuchet es una obra inacabada de la que, afortunadamente, podemos saber lo que tenía pensado Gustave Flaubert para su desenlace, el cual, por cierto, no es difícil de prever a la vista del discurrir de esta obra cómica que aúna lo absurdo, la elegancia, el dominio del lenguaje, un montón de conocimientos más o menos superficialmente expuestos y -de haber alcanzado el final previsto- cierto efecto moralizante.

Bouvard y Pécuchet son dos tipos físicamente opuestos y con trabajos similares en oscuras oficinas.  Un buen día se conocen paseando y, gracias a la infinidad de coincidencias de sus caracteres y una verdadera catarata de afinidades, se convierten en amigos inseparables. Tanto que acaban viviendo juntos tras «jubilarse» ambos gracias a una herencia que Bouvard recibe. 

El planteamiento de la obra es simple y un tanto soso al principio, hasta que el lector comprende que más que rumbo hacia un final se busca el placer de la navegación. Por eso, tras ese primer momento en el que se nos cuenta la historia de cómo esta pareja acaba compartiendo techo y vivencias, nos encontramos con que el ingenuo entusiasmo de ambos les lleva de una dedicación a otra, a cada una de las cuales se dedica un capítulo. El esquema de todas ellas es similar. Así, cuando les da por ser agricultores, se toman el asunto tan en serio que amenazan con convertirse en estudiosos de la naturaleza, aunque, ¡ay!, al final todo les sale mal porque cuando no la pifian por una cosa lo hacen por otra, y es que su voluntad y su trabajo, siempre intensos y entregados, no alcanzan a compensar su torpeza, su voluntarismo y la monumental ignorancia que los libros lo alcanzan a cubrir y que acaba tomándola con ellos. Consumado un fracaso se olvidan de él ilusionándose por cualquier otro asunto; y, nuevamente, estudian y experimentan con científica intensidad hasta que intentando descubrir la pólvora les explota hasta la arena. Las sucesivas ilusiones y subsiguientes fracasos de la pareja, que paso a paso se va dejando pelos económicos en la gatera, marcan el paso de la historia, junto a las relaciones sociales del lugar, que mucho tienen que ver con una viuda interesada y con los avatares políticos de la época.

Una novela divertida, y más brillante por cómo está escrita –la maestría en el lenguaje y la abundancia de datos y razonamientos son de los que hacen calificar a estas historias de «deliciosas»- que por el argumento en sí, que de alguna manera precede a todas las parejas de tontos muy tontos que en el mundo han sido después, aunque desde luego también los había habido antes. Algunos, incluso, más célebres que Bouvard y Pécuchet. En cualquier caso, ambos personajes son dos consumados ejemplos de cómo mezclar bondad, torpeza e ingenuidad produce todo tipo de divertidos sobresaltos.




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