En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

domingo, 27 de enero de 2019

El sobrino del emperador - Andrea Camilleri




                Dice la faja del libro, citando La Repubblica: «Camilleri en estado de gracia».

                Así es, a pesar, incluso, de que en los «escritos» que cruzan las diversas autoridades gubernamentales, administrativas y fascistas que componen esta historia se ha sacrificado el realismo al efectismo.

El sobrino del emperador es una novela que reproduce en gran medida la estructura de otras obras geniales del autor, como La concesión del teléfono o La desaparición de Patò:  un intercambio de informes, cartas, telegramas y documentos de toda índole entre diversos personajes de la trama –casi todos autoridades- que, hablando de alguna otra persona, nos permiten reconstruir una historia donde cada cual vela por sus propios intereses al tiempo que trata de mantener la posición y la compostura, lo que a menudo obliga a unos a practicar la hipocresía y el eufemismo y, a otros, a demostrar el animalico que llevan dentro. En estas relaciones juega también un papel interesante y divertido la posición jerárquica de cada cual, lo que nos permite ver el modo en que una misma persona se humilla ante el poderoso y vapulea al subordinado; el eterno juego de poder de los acomplejados. Junto a estos escritos, se alternan dos partes y una miscelánea donde leemos también divertidos fragmentos de conversaciones.

Una forma de narrar ocurrente y extremadamente ágil, en la que el lector nunca tiene empacho en leer el par de páginas más que le van a deparar una sorpresa u otra sobre hechos o sobre personas.

 La acción se desarrolla en la imaginaria Vigàta, Sicilia, en 1929. Se anuncia que a la escuela de minería local va a acudir un alumno singular: el sobrino del emperador de Etiopía. Un muchacho de 19 años que, si por algo se distingue del resto de la población, además de por su nacionalidad, es por ser negro. El único negro que conocen todos.

Las autoridades italianas, comenzando por el mismísimo Mussolini, tan pronto como tienen noticia de que el muchacho va a cursar esos estudios intentan utilizarlo en su favor. ¿Cómo? Logrando que príncipe –que ese es su rango-  dé a su tío una excelente visión del fascismo. A ese objetivo se consagran todos los desvelos de los intervinientes, pero…

                Pero se enfrentan varios problemas, comenzando por el congénito racismo del fascismo (y del nazismo, que también tiene en Vigàta algún representante). A este problema, no menor, se unen otros tres: la importancia del sexo a los diecinueve años, la cara dura que se tiene a esas edades en comparación con otras y, especialmente, el modo en que el sobrino del emperador se las ingenia para aprovechar en su favor las circunstancias que otros van creando en torno a él, llevándolos a todos continuamente al límite.

                El resultado, una feroz crítica de los totalitarismos por reducción al ridículo que suelen hacer -a mayor gloria del líder- la mezcla de fanáticos y papanatas que de verdad creen que hay ideas y hombres superiores a otros y a esta falacia dedican todos sus esfuerzos, miserias y crueldades. Solo unos pocos sensatos hay en este libro, y su papel es relevante: provocar el contraste.



2 comentarios:

  1. Acabo de leer el libro y la verdad es que me ha parecido muy divertido. Me he pegado unas buenas risas con él la verdad.

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