He aquí una novela escrita con cierta originalidad (relativa) en la forma, combinando los hechos con
las reflexiones del protagonista como si además de personaje fuera lector, aunque El
consuelo más que una novela es la acumulación de tres historias consecutivas, con los mismos personajes, cada una de las cuales trae razón en la anterior, pero tan diferentes en su tono que por eso me permito hablar de "acumulación", aunque formalmente solo haya una historia.
La primera parte, por así llamarla, comprende la mitad del
libro. En ella el protagonista, Charles, un arquitecto de postín, recibe la
noticia de que ha muerto su antigua vecina, madre del que fue su mejor amigo. Y
a partir de aquí, el desconsuelo, el soponcio, el rememorar el pasado
dosificando la historia para mantener el interés jugando con algunos
equívocos, como hasta dónde llegó la relación del muchacho con la mujer. El
hijo de la fenecida, además, tuvo ciertos “tratos” con la hermana preferida de
Charles, que acabaron mal. Y durante 250 páginas todo apunta a
que el protagonista se va a plantar en casa de su antiguo amigo a cantarle las cuarenta
por todo lo que hizo a su propia madre y a la hermana de Charles. Todo ello en medio de una relación de pareja que ni es relación ni es de pareja, y con una "hija no hija" de por medio.
Comienza en ese punto la “segunda parte”, que nada tiene que
ver con la primera. Ahora, el “desconsuelo consolado” viene de la mano de una
simpática muchacha con una lacrimógena historia tras de sí, que vive, en estado
semiasilvestrado, con sus jóvenes sobrinos y algunos niños más. Esta
desenfadada forma de vida provoca un shock en el protagonista. Lo que viene
después, es sencillo de imaginar.
Si la cosa se hubiera quedado aquí, estupendo. Sin embargo,
quizá porque los personajes deban ser “consolados”, aparece un final
interminable, de casi un centenar de páginas, que llega a ser empalagoso y que no aporta gran cosa.
Y eso es todo. Demasiadas páginas para tan poca chicha, aunque hará las delicias de los lectores aficionados a las novelas lacrimógenas.
Y eso es todo. Demasiadas páginas para tan poca chicha, aunque hará las delicias de los lectores aficionados a las novelas lacrimógenas.
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