Dicen que
las grandes editoriales asfixian el mercado con prácticas oligopolísticas,
impidiendo a las pequeñas editoriales distribuir en condiciones de igualdad; dicen que
se fomenta la literatura-basura; que ciertas editoriales seleccionan autores más por sus seguidores en las redes sociales que por su talento para escribir; que el ebook
sigue sustituyendo lento, pero sin pausa, al papel; que no hay mamarracho
televisivo que no expulse a la literatura de los escaparates firmando un libro
que ni siquiera ha escrito; que entre la falta de demanda y el cambio de hábitos de consumo las librerías independientes -refugio de las editoriales pequeñas, donde nace la biodiversidad literaria- van cerrando o reconvirtiéndose
en negocios con menos espacio para el libro; que las bibliotecas tienen menos
fondos para adquirir ejemplares; y que la piratería corroe lo que queda en pie después
de todo lo anterior.
Dicen,
pues, que está llegando el apocalipsis de la literatura.
Y, sin
embargo, la literatura floreció a partir del siglo XVI y sobre todo del
XVII, cuando las tasas de alfabetización eran ínfimas (aquí podéis ver untrabajito sobre siglo XVIII y, en el encabezado de la entrada, un corto vídeo
sobre el asunto). Una época de sociedades rurales donde las librerías estaban en capitales solo accesibles tras caminar a pie o en borrico
decenas de kilómetros. De todas formas, ¿para qué iba a haber librerías en los pueblos, si
en una economía de subsistencia casi nadie podía permitirse el lujo de comprar un libro? Así
estuvimos hasta comienzos del siglo XX. Y, sin embargo, ahí están Cervantes, Dickens, Víctor
Hugo, Tolstoi, Shakespeare, Quevedo, Dumas, Andersen, Poe, Gogol, Dostoievsky,…
Ahora la alfabetización
está en máximos históricos; hasta en el pueblo más recóndito se puede tener un
libro casi ipso facto comprándolo en las muchas librerías que venden a través Internet;
y, además, los niveles de renta hacen frecuentísimos los dispendios de valor
equivalente o superior al de un libro, así que, ¿por qué no dilapidar leyendo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario