En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

domingo, 5 de noviembre de 2023

Carta de una desconocida – Stefan Zweig

 


Basta el primer párrafo para hacer ver al lector que el coprotagonista de esta historia es un escritor bon vivant y feliz ciudadano libre de su propio y privilegiado mundo, el cual tiene cierto parecido a la inopia.

La otra coprotagonista, que además se convierte en la narradora con lo que su peso en la obra se dispara, es la mujer desconocida que, con ocasión de la muerte de su hijo, ha escrito una voluminosa carta al escritor, quien la lee a la vez que el lector. O, mejor dicho, el lector la lee a través de los ojos del escritor, lo que, sin duda, produce un efecto perturbador, porque el lector, como el destinatario de la carta, trata de entender, de explicarse, de adivinar, de averiguar… Incluso el lector queda convertido en un chismoso, porque intenta anticiparse a la lectura del escritor para averiguar qué alegrías o soponcios lo esperan. La obra, en realidad, es esa carta y las preguntas que deja flotando sin llegar a formular.

El argumento es conocido, pero solo lo voy a sobrevolar para no destripar demasiado a quien no haya leído esta obra: la desconocida lo es porque no llega a decir su nombre y porque, aunque puede resultar identificable para el destinario de la carta, solo al final tiene certeza el lector de si la desconocida lo era realmente o no para el escritor. ¿Y qué cuenta la desconocida en su carta? Su vida. Que es tanto como decir su obsesión.

Dicho lo cual, me permito apuntar algunos temas que esta brevísima obra, tan contundente que seguro que es difícil de olvidar, deja para la reflexión.

El primero, si se pueda amar lo desconocido. Porque, ¿hasta qué punto la desconocida conoce al hombre al que ama? ¿Y hasta qué punto podría él amarla? ¿Y por qué motivos puede alguien amar así?

Lo segundo, al hilo de lo anterior, las diferencias entre amor y obsesión y la relación entre ambos conceptos.

En tercer lugar, los efectos sobre nuestra vida de la indiferencia espontánea de los demás, así como la relación entre indiferencia y soledad.

En cuarto lugar, hasta qué punto somos responsables o culpables de los sentimientos de los demás y de la influencia de nuestros propios actos en cada una de las personas que se nos cruza en la vida. 

Y en último lugar, qué sentido tiene la carta de la desconocida. Por qué la escribe. Cómo espera que se sienta el destinatario. Cómo debe sentirse. La respuesta a la primera pregunta parece compleja: ¿venganza, testimonio, echar en cara, postrera reivindicación, búsqueda de alivio, despecho? ¿No es contradictoria su conducta vital, tan discreta, con esa carta final? Que cada cual elija respuesta, pero debe siempre sobrevolar una idea tristemente pragmática: quizá para el autor no fuera esencial lo que podamos pensar sobre este asunto; a fin de cuentas, probablemente la desconocida «escribió» esa carta solo para que hubiera novela.

          Una joya de la literatura.





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