El honesto humor de Josep Pla (1897-1981) es vago no por gandul, sino por inconcreto y ambiguo. Al menos en este conjunto de artículos publicados originariamente en español porque cuando esta obra vio la luz en 1942 estaba prohibido publicar en catalán, la lengua en la que Pla había publicado desde veinte años atrás. Esta prohibición explica el voluntario uso de algunos catalanismos e incluso algún pequeño «defecto» de sintaxis que eran, en realidad, guiños a sus lectores tradicionales.
Los temas que aborda esta obra son numerosos, como puede verse en el índice que adjunto (pulsad en las fotos para ampliarlas), y el hilo conductor de todos ellos justifica el título del volumen: el humor. En él la ironía y la socarronería fluyen dejando la duda de si Pla se ríe de sí mismo o de aquello de lo que habla. No es mala estrategia para sortear problemas cuando cualquier cosa publicada estaba en el punto de mira del poder. Dentro de esos temas, algunos son ahora tan de actualidad o más que entonces y, en el resto, el asunto aparentemente banal que justifica el título no es sino una excusa para ahondar en la naturaleza humana.
Posicionado como narrador/«epicúreo sufridor» del mundo y sus circunstancias, en voluntaria situación de plácido distanciamiento de una realidad que parece algo que sucede a su alrededor más que algo que le sucede a él, Pla diserta sobre todos esos asuntos aprovechando el enfoque desenfadado para lanzar ideas profundas unas y agudas otras. Es probable que la necesidad de reubicarse en el panorama intelectual tras el cambio de régimen que impuso la Guerra Civil le aconsejara no ser demasiado osado en cuanto a los temas a abordar y las ideas a expresar.
No puedo comparar con el resto de la obra del autor, pero Humor honesto y vago, que no se cuenta entre las más conocidas, apostaría a que tampoco tiene un puesto entre las más brillantes, a pesar de lo cual merece la pena leerla.
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