En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

jueves, 20 de mayo de 2021

Los casos del comisario Collura – Andrea Camilleri

 


 

              Dentro de la obra de Camilleri, Los casos del comisario Collura son serie B, o C, o quizá D, aunque para valorarlos con justicia hay que explicar su origen. Esta obra recoge los ocho casos que Camilleri redactó, con fecha fija de entrega y límites mínimo y máximo de extensión, para su publicación periódica, durante un verano, en el diario La Stampa. Visto así, la cosa cambia. No en sencillo alumbrar ocho «misterios» de la misma extensión y en plazos perentorios.

              Sin embargo, lo que seguramente en su día fue una agradable lectura en el periódico, al leerlo como libro se ve afectado negativamente por las servidumbres de aquel encargo, aunque cierto es que la impresión queda mitigada por el acierto de incluir, al final, una entrevista con el autor en la que habla de estos relatos y da explicaciones que ayudan al lector a juzgar mejor y a apreciar virtudes que de otro modo quizá pasarían por defectos.

              Entre esas explicaciones, la principal es que el comisario Collura (así estuvo a punto de llamarse el que luego fue Montalbano) aparece con ese nombre en homenaje a quien pudo ser y no fue, pero advirtiendo que en realidad Collura no es un personaje sino una función.

              Y así es, porque dada la brevedad de los relatos no hay ocasión de perfilar al personaje, del que el lector solo llega a saber por qué está actuando, a modo de «policía privado», en un crucero que permite enlazar las tramas propias de Agatha Christie con el ambiente veraniego en el que se publicaron los relatos. Collura, en realidad, se limita a ir, venir y preguntar. Es solo el motor preciso para saber qué ha pasado con los implicados en cada caso.

              Las historias, como suele pasar con Camilleri, apuntan a una cosa, pero, si se sigue la pista de las debilidades humanas, acaban en otra. Nada nuevo, salvo que por cuál era el fin de los escritos no hay nada especialmente truculento o desagradable. Crimencitos de salón. Algunos, ni eso.

              La suma de los ocho relatos y la entrevista final –un acierto que no sé cómo no se incluye en más libros, porque es una especie de provechosa «presentación»- dan una agilidad notable que, unida a la brevedad del texto, ofrecen lectura entretenida para que apenas dura una tarde.



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