En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

domingo, 1 de diciembre de 2019

Cuatro mensajes nuevos – Joshua Cohen




              Leo que Joshua Cohen ha sido comparado a la vez con Bellow, Pynchon y David Foster Wallace, de lo que deduzco que quienes hacen estas comparaciones tienen tantos problemas como yo para explicar qué diablos ha escrito Cohen. Me refiero a Cuatro mensajes nuevos, pues no he leído ningún otro texto suyo.

              La sonoridad del lenguaje es brutal; la verborrea desatada, espectacular; entender qué cuenta, bastante más complicado en tres de los cuatro relatos; y sacar alguna conclusión distinta de las que bullen como ideas que deslumbran al hilo de frases o párrafos concretos, meritorio.

              Si denuncia la desorientación del mundo actual, estas páginas lo consiguen desorientando en todo momento al lector.

              El amigo que me recomendó y prestó este libro lo hizo diciéndome que era una obra de humor, pero ahora sé que lo dijo por cómo se rio cuando me lo tragué. No hay humor, aunque si una forma apasionadamente desapasionada de pintar el texto, que puede leerse con el ardor, pero también con la tranquilidad, con que algún exaltado, para desahogarse, se lía a tortas con un objeto inservible que iba ya camino de la basura.

              Reconozco, eso sí, que no he leído este libro en la mejor disposición: estaba más receptivo a la lectura fluida que a la lenta y reflexiva que Cuatros mensajes nuevos merece. Pero reconozco, también, que a menudo me entraba prisa porque tanto fuego artificial parecía disimular cierta falta luz, hasta el punto de que más de una vez he mirado la contraportada para asegurarme si lo que estaba leyendo se correspondía con el argumento que allí se señalaba. Quizá en esto se parece Cohen a Pynchon, cuya Subasta del lote 49 me dejó en el mismo estado que si acabara de investigar no sabía qué y no sabía cómo.

              Cuatro mensajes nuevos, pero también cuatro mensajes encriptados. El desencriptador que lo desencripte, buen desencriptador será. Una gran lectura para lectores avezados y aventureros que tengan el día inspirado.



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