En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

viernes, 22 de julio de 2022

Los juegos de Mastropiero – Carlos Núñez Cortés

 


Les Luthiers han sido mucho más que músicos y humoristas. Las inquietudes de casi todos sus miembros les han llevado a explorar terrenos alejados de la mezcla de humor y música –con sus peculiares instrumentos- que hace ya décadas les dio una fama que perdura más allá de la muerte de dos de los luthiers más queridos por el público: Daniel Rabinovich y Marcos Mundstock (dos de los cuatro miembros iniciales del grupo en 1967, junto al fundador, prematuramente fallecido en 1973, Gerardo Masana, y el todavía en activo Jorge Maronna). Carlos Núñez Cortés es un «casi fundador», porque se incorporó al grupo en 1969, y es un ejemplo perfecto de las inquietudes que he señalado: excelente cómico, compositor y músico, y ya podéis ver que también escritor y/o analista, porque en este libro examina el humor de Les Luthiers recorriendo el uso o no por el grupo de diversos recursos humorísticos. En sus páginas deja ver una capacidad intelectual impresionante, una capacidad entregada al arte de gozar del intelecto, y que le llevó a usar un seudónimo en Internet para alentar juegos –algunos endiablados, por la mezcla de habilidad y de «erudición luthierana» que exigían- entre los más fervientes seguidores del grupo.

El libro parece largo, pero se lee pronto por su agilidad y, también, porque como la erudición de la mayoría de los lectores no da para resolver todos los acertijos y juegos que plantea, lo más cómodo es irse al largo apéndice final a mirar la solución, que suele ser divertida.

Pero, como dijo el dermatólogo, vayamos al grano: el humor de Les Luthiers, como se advierte en las primeras páginas, ha resistido el paso del tiempo porque no está vinculado a actualidad alguna, política o social, sino al uso del lenguaje, que es algo intemporal. Cualquiera que haya visto actuar al grupo (quien no lo haya hecho, puede conformarse con Youtube) sabe de su habilidad para jugar con el doble sentido de las palabras, con los equívocos, con los signos de puntuación y, cuando la herramienta humorística son las frases hechas o la deriva normal de las conversaciones, con las expectativas del público. Muchos de los mejores momentos del grupo aparecen en este libro clasificados y explicados por uno de sus más destacados miembros, al tiempo que, de pasada, deja caer algunas cosillas que reflejan el modo de trabajar de Les Luthiers y cómo eran las relaciones entre ellos.


Tuve ocasión de verlos en directo hace ya bastantes años, en un espectáculo para recordar siempre por cómo nos reímos una y otra vez las cerca de mil personas que debíamos de llenar el recinto; y los vi en directo, por última vez, en marzo de 2020, unos días antes del «cierre pandemial», cuando pude comprobar que la marca Les Luthiers ha tenido tanto éxito que nuevos integrantes han ido sustituyendo a los antiguos que han causado baja debido a la muerte o la edad. De los fundadores solo queda Jorge Maronna y el «casi fundador» Carlos López Puccio (incorporado al grupo en 1971). Este modo de sobrevivir no me acaba de gustar , porque parte de la esencia de Les Luthies estaba en la idiosincrasia de cada uno de sus miembros y en el modo en que construían los espectáculos, todo ello consolidado por décadas de trabajo y amistad; los nuevos lo hacen muy bien, son magníficos, pero, qué remedio, se limitan a interpretar los números antiguos. Son intérpretes. Pero los Luthiers originarios eran a un tiempo intérpretes y creadores de los números y de sí mismos. 

        En resumen: un libro para disfrutar despacito de Les Luthiers y, también, para que disfrute cualquiera que vea en el idioma una oportunidad para el humor.





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