A todos los que alguna vez hemos
escrito algo de humor nos han dicho «hacer humor es muy difícil»,
o, incluso, «lo más difícil». Hay quienes lo dicen por adular, pero otros lo
piensan de verdad. Yo no sé si es difícil. Suelo responder que para mí hay
cosas más complicadas.
Lo que sí es complicado es
hablar de humor cuando no estás de humor. «Puedo escribir los versos más
tristes esta noche», comenzó Neruda su poema XX, pero puesto a dar
explicaciones sobre lo que quiso expresar con él quizá le hubiera sido muy sencillo darlas desde la tristeza que lo inspiró, pero no hubiera sufrido mucho
ofreciéndolas con una sonrisa de oreja a oreja causada por lo que ustedes
prefieran. Del mismo modo, para el que escribe narrativa, novela negra, de
terror, romántica o histórica, si anda de mejor o peor humor hablar sobre lo
que escribe simplemente será más o menos agradable.
Pero hablar de humor desde la
tristeza, el abatimiento o, simplemente, sin estar de humor, eso sí es complicado.
A veces, insoportable. Buscar la sonrisa desde las lágrimas a menudo solo acentúa las ganas de llorar.
Si el ánimo no acompaña, explicar con humor un verso como «puedo escribir los versos más alegres esta noche» bien puede justificar
que esa noche acaben saliendo los más tristes, aunque uno no sea Neruda.
Está claro que estando triste hacer reír es más difícil, pero quien tiene ese "don" o esa habilidad lo puede seguir haciendo, de un modo o otro. Los humoristas, cómicos, etc también pasan momentos malos (rupturas, muertes de familiares cercanos,...) pero tienen que ponerse su mascara de persona feliz...para arrancar risa a la gente.
ResponderEliminar