En este blog solo encontrarás reseñas de libros que en algún momento me ha apetecido leer. Ninguna ha sido encargada ni pedida por autores o editores, y todos los libros los he comprado. En resumen: un blog de reseñas no interesadas para que sean interesantes.

lunes, 6 de junio de 2022

La tercera virgen - Fred Vargas

 



Serie Adamsberg, 6


        No niego que esta novela es entretenida e interesante, pero tampoco que Fred Vargas la ha usado para dar un paso más (y grande) para alejarse de cualquier realismo y meter los dos pies en un mundo a medias fantástico y absurdo donde las soluciones disparatadas encuentran acomodo con plácida naturalidad. Por ejemplo, ¿por qué angustiarse por tener que encontrar, en tiempo récord, a una persona desaparecida -y probablemente secuestrada o asesinada- en una gran urbe como París? ¿Por qué preocuparse de algo así cuando se dispone de última tecnología policial, que consiste en soltar, en mitad de la calle, al gato de la persona desaparecida? Luego basta seguir disimuladamente al minino para localizar a la persona en cuestión así esté, entera o en cachitos, en la casa de al lado o a cincuenta kilómetros. 

        Esta es la sensación que me ha producido esta novela, en la que Adamsberg pasa de ser un tipo maniático y raro a ser una especie mente conectada no se sabe si con los astros, con la eternidad o con el planeta entero, desde gatos hasta musgo. Más que de una novela negra o policíaca, estamos hablando de una mezcla de géneros con un toquecillo de realismo mágico más mágico que realista. 

        Yendo al argumento concreto, Fred Vargas, como suele ser habitual en el género, entremezcla dos historias: una, la trama concreta de cada novela. Otra, la vida del protagonista. 
        
        Respecto a la trama, encontramos vírgenes asesinadas, tumbas profanadas, fantasmas y otras cosillas cuyos nexos de unión son tan novelescamente diseñados que casi emparentan la novela  con el humor. El objetivo de la novela está claro: averiguar quién ha sido el malo y por qué hace estas cosas tan extravagantes. Pero además, como he dicho, en esta investigación confiada por el comisario no a los datos y a los procedimientos policiales sino primero a la fantasía, luego a la más inaudita chiripa y, finalmente, a la inspiración, interfiere el pasado del comisario en forma de un policía que se expresa con versos alejandrinos. Sí, como suena. Un tipo de origen bearnés, como el propio Adamsberg, lo cual, tal y como lo cuenta Fred Vargas, parece implicar algo así como un origen tribal  donde el destino impone los hechos y sus consecuencias más allá del tiempo y las circunstancias. 

        Lo dicho, una novela entretenida, divertida (quizá sin pretenderlo) y que supone una mezcla de géneros que dulcifica hasta el extremo los asesinatillos y esas cosas y donde lo mejor, sin duda, son las sorpresas que se lleva el lector, pues donde la racionalidad flojea nada es previsible y maravilla que las cosas encajen aunque sea gracias a Adamsberg Merlín. 




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