Provocadora diatriba contra la costumbre de leer en el retrete partiendo del mismo fundamento que la mayoría de las opiniones de Miller (su propia percepción del mundo) y realizada con la misma magistral verborrea, plena de humor mordaz, casi violento, con la que atiza sopapos incontestables.
Hasta
tal punto podría ser, por tono y longitud, un fragmento de cualquiera de sus
novelas que en este pequeño opúsculo (con qué frecuencia utilizaba Miller esta
palabra) también se reconoce el habitual tono de superioridad de su autor, basado
en su capacidad para reírse de todo, e inatacable porque, si se ríe, es
precisamente por ser consciente de su propia pequeñez. Es esa consciencia la
que lo encumbra y lo hace invulnerable.
Henry Miller (1891-1980) |
En
definitiva, una obra con reflexiones discutibles sobre la lectura, pero siempre
brillantes y apasionadas, como casi todas las de Miller.
No hay comentarios:
Publicar un comentario