Una
joven pareja, Rex y Saskia, atraviesan Francia en coche camino de un destino
vacacional. Se detienen a repostar en la gasolinera de un área de servicio,
rodeados de carretera y campo. Saskia entra a comprar algo a la tienda y nadie
la vuelve a ver jamás.
No
descubro nada. Lo anuncia el título, la contraportada y ocurre en el primer
capítulo.
Encontramos
a Rex ocho años después. Su vida ha seguido, qué remedio, pero las dudas sobre qué
ocurrió y sobre si Saskia sigue viva condicionan cualquier decisión importante,
sobre todo las afectivas. No es que siga enamorado, si es que alguna vez lo
estuvo, de quien o ha muerto o se largó
porque quiso, pero duda del efecto que sobre él tendría la reaparición de
Saskia. Además, claro, mientras no aparezca no se la quitará de la cabeza y las
dudas persistirán.
Capítulo
siguiente: conocemos a un caballero, un modoso profesor que lleva una vida
discreta y rutinaria casado y con hijas; un sujeto que a lo largo de la vida se
ha encontrado alguna que otra vez en posición de hacer un experimento que no
dice mucho a favor de la salud de sus neuronas: ¿existe diferencia entre el
bien y el mal? ¿O ambas cosas son meras acciones mecánicas al alcance de una
misma persona? ¿Soy igualmente capaz de hacer el bien y el mal? Y si puedo
hacer las dos cosas, ¿por qué no las hago?
Un
chiflado que nadie reconoce como tal. Un chiflado que, de inmediato se le deja
claro al lector, dará respuesta a lo que le ocurrió a Saskia. ¿Cómo no?
La promesa de averiguarlo es el único aliciente para leer una historia en la que se renuncie a explorar la cabeza de Rex y escrita con una prosa que no destaca por nada.
Tim Krabbé. Amsterdam, 1943. |
En este sentido, La desaparición es el colmo de la simplicidad publicitaria: una chica ha desaparecido de forma increíble al hacer algo que todos hacemos y nadie volvió a verla. ¿No tiene usted curiosidad por saber lo que ocurrió?.
El
autor anticipa todo, así que no hay lugar para la sorpresa, excepto al final.
Pero solo por la forma y no por el fondo. Una truculencia que explica el
impacto que debió de tener la película que, dice la contraportada, lanzó la
novela a la fama. Y es fácil que la película fuera mejor, porque la novela no es gran cosa. Aunque
es breve, eso sí.
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