Juego de espejos (Serie Montalbano, 23)
Solo en
esta serie de novelas Andrea Camilleri ha mostrado más creatividad
que muchos escritores superventas en toda su vida, y es que casi todas las
peripecias de Salvo Montalbano, comisario de Vigàta tienen la complejidad suficiente para
dotarlas de su particular dosis de originalidad. Originalidad, dicho sea de paso,
que puede quedar oculta por la reiteración de las manías y costumbres de los
personajes -es lo que tienen las sagas- así que, atentos a las tramas.
En la
de Juego de Espejos el comisario Montalbano se encuentra con unos nuevos
vecinos: un comercial que nunca está en casa y su esposa, una mujer joven y con
un físico espectacular y que –como otros personajes similares a los que
Camilleri nunca renuncia- tiene una relación peculiar con el sexo, en la que
las apariencias suelen no mostrar los motivos.
La dama
en cuestión está encantadísima de conocer a Moltabano, es de lo más cariñosa
con él, y Salvo pues… Lo de siempre: debatiéndose entre la tentación y sus
sexto, séptimo y octavo sentidos, que le dicen que él ya no está para romper corazones con flechazos como misiles. Entretanto, una bomba explota no se sabe muy
bien si ante un local abandonado o en la puerta de la lado, un edificio de
viviendas con un vecindario peculiar. El asunto parece cosa de la mafia. Una advertencia por no pagar. ¿Qué
puede tener que ver tanto cariño de la vecina con las explosiones?
Aparentemente nada, pero de sobras sabemos que alguna relación habrá, y en el
tejer y destejer los hilos que conducen al desenlace, hilos que siempre adoptan la forma de personas e intereses que unas veces son económicos y otras emocionales, se pasa la novela.
Lo típico de Camilleri, pero, reitero, sin repetirse en las tramas, siempre lo bastante complejas para darnos cuenta de que no se limita a vivir de la fama, sino que su cabeza se trabaja los libros y su pluma es capaz de trasmitir esa complejidad con sencillez.
Una
novela completamente fiel al estilo del autor y del personaje y, como todas las
de la saga, estupenda para pasar un buen rato.
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